Hace unos días me fijé en una campaña de Dior en una parada de autobús con la fotografía que abajo incluyo. Me llamó la atención porque no conseguía averiguar cual era la famosa protagonista de la campaña, pensé que sería un nuevo talento.

Pues me equivoqué y la de la fotografía no es ni más ni menos que Sharon Stone aunque algo retocada porque parece una joven de veinte años aunque realmente tiene cincuenta.
Creo que la exageración en este tipo de campañas puede ser contraproducente y puede restar credibilidad a una marca, pero no es ni la primera ni la última vez que el retoque enmascara la verdad.
El pastel del mercado que representan las mujeres maduras y con un nivel adquisitivo medio-alto lleva a las marcas a buscar desesperadamente productos dirigidos a ese segmento y campañas de comunicación que empujen a la compra de los mismos.
Sharon Stone posee muchas de las buenas cualidades que a muchas mujeres de las que se encuentran en ese segmento le gustaría tener y por ello es un buen reclamo publicitario, pero me parece que en este caso se ha exagerado un poco ocultando la verdad.